La muralla romana de Lugo
rodea el casco histórico de la ciudad gallega de
Lugo en la provincia del mismo nombre en España.
La antigua ciudad romana de Lucus Augusti, fundada
por Paulo Fabio Máximo en nombre del emperador
Augusto en el año 13 antes de Cristo con la
finalidad de anexionar, definitivamente, el noroeste
de la península Ibérica al Imperio Romano fue dotada
de un muro de defensa que ha perdurado, con escasas
reformas, hasta la actualidad.
La muralla, con una longitud de más de
2 km,
delimita el casco histórico de la urbe gallega y ha
pasado de ser una obstáculo para su evolución y
crecimiento a ser un monumento integrado en la
estructura urbana y fuente de riqueza turística.
Construida como separación y defensa se ha
transformado en un elemento integrador entre la
antigua Lucus y la que se ha desarrollado a su
alrededor.
Sus diez puertas realizan la función de unir
una parte de la ciudad con la otra y su paseo de
ronda, adarve, se ha tornado en una calle más que es
recorrida por los viandantes autóctonos y
visitantes.
La Muralla romana de Lugo ha sido declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año
2000 y está hermanada desde el día 6 de octubre de
2007 con la Gran Muralla China de Qinhuangdao.
La muralla de la antigua Lucus Augusti es la mejor
conservada de las murallas romanas ubicadas en la
península Ibérica.
Las modificaciones que ha sufrido a lo largo de sus
más de 17 siglos de existencia no han llegado a
modificar, sustancialmente, su aspecto original que
sigue las directrices del ingeniero romano Vitrubio.